viernes, 26 de marzo de 2010

Las bicicletas son para el verano.




Cada día es mas frecuente en las ciudades el uso de la bicicleta como medio de transporte. Muchas grandes ciudades españolas ya disponen de carriles especiales para las bicicletas e incluso sistemas públicos de alquiler de bicicletas (como el bicing en Barcelona o servicios parecidos en Gijón, Sevilla y Zaragoza). Aunque todavía no llegamos al nivel de otros países europeos como Holanda o Alemania, lugares donde está muy arraigado el uso de la bicicleta como vehículo habitual de transporte. Es un forma sana y ecológica de moverse por la ciudad.

Y a mi, que uno de los regalos de reyes que más ilusión me hizo fue una BH de color azul, me entra un nostalgia tremenda. Eran otros tiempos. Ahora los niños se mueren por un portátil, un móvil de última generación o la última vídeo consola del mercado. Pero hace unos años el juguete estrella, aquel por el que todos los niños suspirábamos, era una bicicleta. Recuerdo que todos los domingos mis padres nos llevaban al parque de la Ciudadela y allí nos turnábamos para poder subir en ella. Porque evidentemente sólo teníamos una para los tres. Por suerte, mis hermanos sólo daban unas pocas vueltas, les llamaba más su otra pasión, su balón de fútbol. Así que me dejaban a mi la bici y ellos aprovechaban las enormes extensiones de césped del parque y ¡¡¡a darle patadas al balón!!! y en seguida se les unían otros niños y se organizaba un verdadero partido de fútbol. Y yo feliz, me recorría todo el parque a velocidad de crucero.
Y recuerdo también los veranos cuando íbamos al pueblo a visitar a los abuelos. Allí la bicicleta era nuestro medio habitual de transporte. Incluso nos peleábamos por ir a hacer los recados, sólo por que íbamos en bicicleta. De hecho nos pasábamos el verano "pegados" a ella.
Pero como sucede siempre, crecimos y se nos quedó pequeña. Suspirábamos por un vespino y luego por sacarnos el carnet de conducir y tener un coche. Y la pobre quedó olvidada, relegada al desván, en casa de mi abuela.

Y ahora me gustaría poder volver a dar unas pedaladas en esa o en cualquier otra bici. Pero de momento me tengo que conformar con recordar aquellos tiempos y ver a mis sobrinos pasárselo bien en las suyas.




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6 comentarios:

Nicolás dijo...

Salvo lo del balón de fútbol, la anécdota me ha parecido hermosa y cargada de añoranza y alegría.

Cierto. Hoy las nuevas generaciones (no dejo de notar que es raro que yo esté diciendo esto :P) tienen otros intereses y afinidades, pero lo cierto es que hay que estar loco por intercambiar una bello día al aire libre en el parque por una pantalla digital.

No sólo es entretenido, sino que también es sano, tanto para la salud propia como para la salud de la Tierra.

Lo importante es hacer lo que tú estás haciendo y recordar con cariño aquellas tardes de domingo, eso es lo importante. Disfrutar viendo a una nueva generación divirtiéndose con lo que tú te divertías es hermoso y lleno de nostalgia por esas épocas. Pero recuerda, eso ayuda a que tu niño interior no muera jamás y que siempre mantengas viva la llama de la fé y la esperanza. Porque eso es lo que de verdad cuenta en el mundo, que la esperanza de los niños no muera jamás. Así que ten esperanza, porque es un regalo precioso, y porque, como dijo nuestro querido Tolkien, "ni el más sabio conoce cuál es el fin de los caminos".

Un cordial saludo de primavera/otoño, querida Hada de los bosques, y un profundo deseo de que la esperanza no muera jamás en los corazones de todos nosotros.

P.S. Cielos, también extraño andar en bicicleta... Me has sacado una sonrisa cuando has mencionado esa escena en el parque, en serio.

Anónimo dijo...

Hola Nicolás.

Pero ¡¡¡¡¡yo quiero ir en bicicleta!!!!

Y no te preocupes. Yo la niña interior la llevo muy exterior. XDDD

Besitos de jengibre.

Los Fantasmas del Paraíso dijo...

xD qué bien traído el título, con alusión literaria incluida (creo que también se hizo película, no?).

Yo siempre he sido fan de las bicicletas. De hecho, aún ahora a veces salimos toda la familia a hacer algo de ejercicio aprovechándolo (quien dice ahora dice en verano, y quien dice a veces, dice que más bien fue una fiebre de hace un par de años, que ahora ya más bien poco, pero un poco sí).

En Santiago también tenemos sistema de alquiler de bicis, pero como es una ciudad más bien pequeña creo que no hay muchos que la cojan (además, hay pocos puntos de esos donde dejarlas).

Anónimo dijo...

Hola Fantasmas.

Aquí el Bicing tiene muchísimos usuarios. Y en algunos puntos de recogida, sobretodo del centro de la ciudad, suelen quedarse sin bicicletas en seguida...

Y a mi me gustaría poder ir en bici... pero de momento no me dejan. Espero que cuando esté mas recuperada pueda hacer este tipo de ejercicio. Ya veremos...

Besitos de jengibre.

Canoso dijo...

En mi localidad han diseñado un carril bici que quita las ganas a cualquiera de montar en bici, cruces sin señalizar, estrechamientos, cambios de nivel... Yo envidio los lugares donde el uso de la bicicleta se potencia de verdad y no como campañas políticas que solo buscan el voto... en fin... Besos de sábado y buen fin de semana.

Anónimo dijo...

Hola Canoso.

Aquí también hubo muchas quejas sobre el carril bici. Y el funcionamiento del servicio también tiene sus sombras... pero la verdad es que es muy utilizado, cada vez más.

Buen domingo y besitos de jengibre.

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