domingo, 20 de junio de 2010
Hoy hace un año.
Hoy hace un año que esta bitácora iniciaba su aventura. Parece mentira lo rápido que pasa el tiempo. Juraría que fue ayer mismo que me estaba "peleando" con la tecnología para elegir plantillas y colores para vestir este pequeño rincón. Una bitácora que ha ido creciendo y transformándose cada día. Algo que empezó casi como una locura se está convirtiendo en una fuente de alegrías y satisfacciones para mí. Gracias a él he conocido a mucha gente maravillosa que me ha dado muchísimo cariño, y que me ha aportado mucho más de lo que yo os haya podido dar a vosotros.
Había pensado celebrar este primer aniversario con un cuento nuevo, pero parece ser que la vida tenía otros planes. Mi vuelta al trabajo tras casi año y medio de baja ha sido más problemática de lo que había pensado. Apenas tengo tiempo ni para respirar. Por eso he estado más tiempo del que me habría gustado, alejada de mi pequeño mundo. Pero no por eso voy a dejaros sin un cuento. Creo que la mejor manera de celebrar este aniversario es volviendo a publicar aquella primera entrada, la que dio lugar a esta maravillosa aventura que tanta felicidad me ha dado.
Quiero agradeceros a todos vosotros vuestro apoyo, vuestro cariño y vuestra amistad. Porque vosotros sois el corazón de este país de fantasía. Sin vosotros nada de esto tendría sentido.
Y quiero agradecer especialmente a tres personas que fueron las "comadronas" de este proyecto. En primer lugar a Nicolás, pionero en el mundo de los blogs y que fue quien me animó a empezar en esto de la blogosfera. En segundo lugar a mi sensei, por leer mis primeros desvarios literarios y por animarme seguir escribiendo. Y por último a mi abuelo, por todos los cuentos que me ha contado cuando era niña, por los que me ha susurrado y que han terminado dando vida a este blog y por los que me seguirá inspirando.
Y para finalizar quiero brindar con todos vosotros, lectores y seguidores, amigos todos. Gracias por un año maravilloso.
SÁBADO 20 DE JUNIO DE 2009
El hada Jengibre
Hola, muy buenos días a todos los que os aventuráis en este blog que acaba de nacer, sed bienvenidos. Aquí encontrareis pequeños cuentos y relatos, todos con un denominador común, la fantasía, la magia, la ternura… todas esas cosas que tan olvidadas tenemos en este mundo nuestro tan gris y frío. Quisiera que este mi pequeño mundo fuera una isla de luz, color y calor.
Pero dejadme que primero me presente. Me llamo Jengibre y
soy un hada silvana, nací en el Bosque de los Unicornios, en una luminosa mañana de octubre, el mes más bello, cuando el bosque brilla y resplandece con los colores del otoño, un estallido de verdes, marrones, naranjas, amarillos sembrando de color todo el bosque. Donde las hojas que han caído cubren como si de una alfombra se tratase todo el suelo, sirviendo de sustrato para que surjan las más bellas y a veces letales setas, que sirven de hogar para los diminutos duendecillos (sobretodo las bellísimas amanitas, con sus sombreros rojos y blancos). Se cuenta que todas las hadas de los bosques nacen en octubre, y que por eso guardan dentro de sí el calor de los últimos rayos de sol del verano, los bellos colores del otoño, pero también los primeros fríos del invierno, lo que las hace seres tremendamente cambiantes y complicadas, pues pueden pasar de la risa al llanto en segundos, o de mostrarse apasionadas en un segundo y al siguiente extremadamente gélidas.
Nuestra especie es la guardiana del bosque, pero sobretodo somos las guardianas de los unicornios, las criaturas más puras y mágicas de todos los universos. Por cada uno de ellos que nace, nace un hada que a partir de ese momento se convierte en su guardiana. También somos las hadas más tímidas y reservadas de todo el país de las hadas.
Yo también tenía mi propio unicornio, un bellísimo ejemplar de color plateado, que además era tan curioso y travieso como yo (algo rarísimo en seres tan reservados). Juntos nos gustaba recorrer todo el bosque, llegar hasta sus límites e imaginar como sería la vida más allá de los bosques.
Supongo que os preguntaréis como he terminado en este mundo ¿verdad? Sí a veces yo también me hago esa pregunta. Digamos que era demasiado curiosa, mi bosque se me quedaba pequeño, quería explorar otros lugares y otros mundos, y vuestro mundo siempre ha ejercido una fascinación muy especial sobre nosotras. Y aquí estoy, contando mis historias y vivencias a todo aquel que las quiera escuchar.
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8 comentarios:
¡¡¡¡¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!!!!!!
A veces resulta difícil entender qué es lo que tenemos que hacer, pero siempre terminamos, de alguna u otra forma, haciendo lo indicado. La vida, el universo, el cosmos, quizás te estaban pediendo que te detuvieras aquí mismo, justo un año después de comenzada esta aventura, y escribieras lo que te salía.
Muchísimas gracias a ti, Jengibre, por dejarme ser padrino del blog y vivir, con cada cuento, con cada entrada, una nueva aventura en un nuevo mundo. También yo quería hacer una sorpresa para los cuentos a modo de regalo, pero los tiempos me lo han impedido (ayer un día bastante extraño y las fechas de exámenes de julio). No obstante, estoy seguro de que aún quedan tres cosas por añadir. La primera, ¡como te lo dije la primera vez, gran cuento! La segunda (más estrechamente ligada a mi regalo), mejor tarde que nunca; nunca sabes cuando caerá una sorpresa.
La tercera cosa que debía decir amerita un párrafo aparte, según mi criterio, porque es demasiado importante para dejarla subordinada a otro punto. En tercer lugar, Jengibre, somos nosotros, y creo estar hablando por todos, los que debemos darte las gracias a ti. Porque has habierto una ventana al mundo en la que exponer compartir y disfrutar de algo que nunca podremos olvidar y que siempre conviene recordar (Dios mío, cómo estamos hoy con las anntítesis): los cuentos de hadas, como los que leíamos en la infancia, como los que tanto nos atrapaban. Tu rincónc se ha hecho (y se hace) cada día, durante un año, más y más grande, y ahora tiene un corazón magnífico que no lo hará dejar de vivir. Lo que empezó de una manera, ahora ha crecido y tiene un nuevo rostro. Como un amigo dijo una vez: El mismo corazón de antaño pero más amplio. Somos nosotros quienes tenemos que agradecerte por dejarnos disfrutar y ser parte de Los cuentos del Hada Jengibre. Somos nosotros, en algo mutuo, quienes tenemos que exclamar con nuestra voz, a coro y a solo, muchísimas gracias, porque la experiencia de este blog no se compara a ningún otra experiencia en ningún otro blog.
Hoy, Jengibre, estás viviendo el primer año de algo maravilloso, de algo que no podría describir ni en treinta comentarios. Hoy vivimos un año maravilloso de amor, de fantasía, de cuentos, de recuerdos, de Navidades, de magia, de hadas, de unicornios y dragones, de sirenas y de demás cosas. Por cierto, hablando de sirenas... XD Hoy celebramos un año de un proyecto que nació, creció y ahora da fruto abundante y sabroso, que alegra los días de las personas, que llena de magia la rutina, que aborda poemas que hacen que el alma viaje, que musicaliza los días menos musicales. Jengibre, hoy a ti te damos las gracias, como tú nos las has dado, y entonces comenzamos un círculo de amor y gratuidad, por el que todos sentímosnos parte de un mismo corazón, hacedores de un mismo sentimiento, amigos y amigas de Los cuentos del Hada Jengibre y del Hada Jengibre (claro está).
Podría extenderme más, hacer un discurso a lo Dumbledore, y un montón de cosas, pero lo que tenía que decir, ya lo he dicho. Ánimo en el trabajo, querida amiga, y que esas malvadas brujas y los ogros que dirigen la montaña no se salgan con la suya, que no te perturben y que vean todo el potencial del que eres capaz.
Alzo mi copa —no, no es nada extraño, Jengibre, te lo puedo asegurar, es sólo un poco de jugo de mandarina— y en dirección a este blog digo: "Que la prosperidad se haga entre estos códigos html, y que pueda seguir llevando dulzura, amor y magia durante uno, dos y muchísimos años más, como los ha llevado hasta este momento. Caen sobre ti las bendiciones de los Elfos, y la luz de las estrellas brillarán siempre sobre esta página para que nunca la noche sea oscura. ¡Elen síla lumenn! Hoy, mañana, un año y cien, sobre este blog".
Feliz cumpleaños, querida Jengibre, y feliz cumpleaños, querido blog.
Y en este día no habrá nubes en el cielo azul de esta bitácora de viaje que nos narra las aventuras de un hada silvana. Y el cielo del día será siempre azul, y el cielo de la noche siempre estará iluminado durante la vida de este blog.
Nicolás.
P.S. Si haces fiesta, Jengibre, por el amor de Dios, ni se te ocurra llamar a las sirenas.
Claro ahora entiendo porque no nos encontramos hace un tiempito !!!! feliz aniversario!!!!me encanta seguir tu blog !!!! lo de que las hadas nacen en octubre es simpatiquisimo...gracias por compartir la magia de tus cuentos te recuerda con cariño Begoña
hola,
felicidades varias :)!!!... seguro que serán muchos más...
Abrazos :)
Hola cielo muchisimas felicidades poe este año y espero que sean muchos mas
un beso coraozn y feliz semana
Muchas felicides!!
Un año ya! Te nos estás haciendo mayor je je Besotes!
Felicidades (mejor tarde que nunca... xD). Bueno, no esperes un comentario tan largo como el de Nicolás, eh, que Dios mío, pedazo comentario xD. No había leído esa primera entrada, y me parece talmente del estilo del blog, introduciendo un cuento (o más que un cuento, una descripción) fantástico y de hadas, y conectado a un ambiente natural y tierno. Realmente fue una buena predicción de lo que hoy en día es este blog. LONG LIVE THE BLOG!! xDD
Hace un par de fines de semana que me estoy despéndolando en la playa y no abro el ordenador. Por la semana no te veo en el blog y me entristezco. Hoy he ido en tu busca y te he encontrado de celebración tardía. Recibe mis felicidades y mis ganas de leerte.
Blogsaludos
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